lunes, 15 de junio de 2009

LOS ARCHIBEBES ¿PERDIDOS EN LA ALBUFERA?

Este domingo se han podido avistar dos especies diferentes de Archibebes en el centro de interpretación del Racó de L'Olla. Junto a avocetas, cigüeñuelas, tarros, charranes patos y gaviotas han aparecido dos siluetas que no es muy común avistar por estos lugares y más en estas fechas, se trata de dos especies de Archibebes, el Archibebe claro (Tringa nebularia) y el Archibebe oscuro (Tringa erythropus).

Es una grata sorpresa el encontrarse dos ejemplares de estas especies alimentandose en la albufera, en primer lugar por la escasez de avistamientos de ambas especies en todo el mediterraneo y en segundo lugar porque debido a las fechas en las que nos encontramos, los individuos de estas especies deberían encontrarse en sus zonas de cría que distan mucho de ser las lagunas del Parque Natural de La Albufera.

Tanto el Archibebe claro como el oscuro son especies ivernantes en muy escaso número y en puntos muy concretos de las costas Españolas.

En el caso de Tringa erythropus es una especie que se reproduce en la tundra forestal abierta en el Norte de Europa y Asia y se distribuye a lo largo del año de forma muy dispersa por todo europa y puede llegar hasta puntos de Africa ecuatorial siendo un migrador de larga distancia y que en España puede observarse durante las migraciones pre y postnupcial.


Esta especie presenta una invernada en España es escasa y muy concentrada en las marismas del Guadalquivir y el Delta del Ebro. (85% de los avistamientos).


Tringa nebularia tiene muchos aspectos de su ecología similares a T. erythropus ya que los lugares de reproducción coinciden y la estrategia y dispersión en la migración sigue patrones similares, en cambio T. nebularia tolera más rangos de salinidad en los humedales en los que se localiza esta especie (eurihalina), encontrándose en humedales salinos, salobres y de agua dulce y por tanto ampliandose las alternativas de la especie a la hora de pasar el invierno. Así podemos encontrarlo tanto en los humedales mediterraneos como el delta del Ebro o las Salinas de San Pedro del Pinatar (Murcia), como en humedales del Norte y Oeste Español como las rías de Villaviciosa y Arosa o el estuario del Umia en Galicia.


Por tanto, si ahora mismo ambos deberían de estar criando en la tundra del Norte de Europa y Asia a miles de kilómetros de la Albufera... que estan haciendo estos dos individuos aquí? Se barajan tres opciones por el momento, en un primer lugar podría ser que estos individuos se hubieran desorientado durante su migración como consecuencia de una meteorología adversa y hayan acabado perdidos en nuestras costas. Esta opción no es una novedad pues todos los años aparecen individuos de especies de lo que se conoce como el Neártico (provinientes de America). El pasado año se avistaron hasta 5 Correlimos Pectorales, Calidris melanotos en las marjales de la Albufera o del Noreste Asiático como hace dos años con la Agujeta escolopacea (Limnodromus scolopaceus) aparecida en la Albufera proviniente de las costas más orientales del Norte de Rusia.
Otra opción que se baraja es que se trate de juveniles ya que hay casos de limicolas en el que la migración nupcial no la llevan a cabo todos los individuos sino solamente aquellos que pueden asegurar un éxito reproductivo. Por tanto los individuos jóvenes no realizan la migración al menos durante su primer año de vida, es el caso de los correlimos zarapitines (Calidris ferruginea).
La tercera opción consiste en una solución intermedia a las dos primeras, es decir, que los individuos encontrados en la albufera sean individuos que hayan comenzado la migración y que hayan agotado las reservas energéticas durante la misma por lo que han debido detenerse a mitad de camino a recuperar fuerzas y alimentarse. Se sabe que las migraciones son una actividad que consume una cantidad de energía enorme y además las aves migradoras de largas distancia, como son los casos que nos ocupan, usan referencias geográficas evidentes para orientarse en sus viajes, por lo que las rutas migratorias de las aves suelen transcurrir por las costas atlánticas y mediterraneas por lo tanto es fácil que debido al debilitamiento de los individuos en su viaje hayan acabado en la Albufera. Esta parada siendo las fechas que son han causado que estos individuos que observamos en el Racó de L'Olla no hayan podido reproducirse este año.

No hay comentarios:

Publicar un comentario